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PITINGO

"Aún tocaríamos en las cuevas si el flamenco no hubiera evolucionado"

Hijo de marinero y madre gitana, ha llevado su mestizaje a la música, fusionando el soul y el flamenco para crear un estilo propio que ha dado un nuevo giro a este género. Después del éxito ´Soulerías´, Pitingo llega a Mallorca para presentar ´Olé y Amén´

Por: M.Cañellas - Palma -13/06/2011

Se ha convertido en un fenómeno de masas que ha traspasado fronteras. El flamenco corre por sus venas pero el soul conquistó su corazón. A los 11 años tenía claro que quería ser artista y apostó por la fusión, una mezcla pegadiza con la que ha alcanzado un éxito arrollador. Después de Soulerías (2008), regresa a Mallorca para presentar su nuevo trabajo Olé y Amén, un álbum que ha querido dedicar a personas que admira y que ya es disco de oro.

—Regresa con fuerza a los escenarios con Olé y Amén y un disco de oro bajo el brazo...

—La verdad es que estoy muy contento. Me hace mucha ilusión actuar en Mallorca porque ha pasado mucho tiempo desde la última vez. Olé y Amén es diferente de Soulerías, que fue una especie de prueba. Este espectáculo es un paso hacia adelante. Hay algunos temas propios pero mantengo el coro de gospel y esa imagen de Motown. Es un concierto diferente pero con mucho flamenco y soul.

—Apostó por la fusión y se ha convertido en su sello de identidad cosechando gran fama internacional.¿Cómo nace algo así?

—No fue algo buscado, ni una operación de marketing. Es algo que he llevado dentro toda la vida. Con nueve años Aretha Franklin me cambió la vida. Fue algo natural que surgió después de estar siete años en Madrid en un coro de gospel y en tablaos flamencos. Cuando cantaba siempre me salía algún quiebro. Y así empezó. No fue un experimento como algunos dicen.

—¿Qué es más del flamenco o del soul?

—No lo podría decir. Tengo el corazón partido.

—Olé y Amén ya ha cosechado su primer disco de oro. ¿Qué podría decir de él?

—Este disco es un pequeño homenaje a personas y cantantes que admiro. Los temas están relacionados con algunas épocas de mi vida como Cucurrucucú Paloma, por ejemplo, que me recueda a ratos que he pasado con Juan Carmona.

—Si pudiera elegir hacer un dúo con alguna diva del soul, ¿a quién elegiría?

—A Aretha Franklin, sin duda. Y también a Jennifer Hudson.

—¿Qué opina de los puristas que rechazan su estilo?

—Creo que van a contracorriente porque el mestizaje supone dar un paso más. Es una lucha perdida. Mi madre era gitana y mi padre payo y yo veo las dos partes. Si el flamenco no hubiera evolucionado aún estaríamos tocando en las cuevas.

—¿El hecho de que el flamenco haya sido nombrado patrimonio de la humanidad de la Unesco ha contribuido en su promoción?

—Me hizo mucha ilusión. Pero el flamenco siempre lo ha sido. Nos conocen en el mundo entero. En Estados Unidos y en toda América somos dioses y en España no se valora lo suficiente.

—Entonces, ¿se ha sentido más arropado en el extranjero?

—No. Pero sí que es cierto que en España cuesta entrar en las emisoras. Deberían dejarnos más espacio. El flamenco no es cosa de gitanos, es una cultura y los que lo fusionan abren caminos para que la gente lo conozca.

—Si no hubiera sido artista, ¿a qué le hubiera gustado dedicarse?

—Me encanta la cocina. Hago de todo: salmorejo, mis pucheritos, raviolis... Me gusta experimentar.

—¿Qué opina de las descargas en internet?

—No estoy ni a favor ni en contra. Es una batalla perdida. Yo no he vivido la época en la que se ganaban millones con los álbumes. Ahora la música no se paga y tenemos que hacer más directos. Pero para mí lo importante no es vender discos.

—¿Se atrevería a dejar de lado la fusión para hacer flamenco puro y duro?

—Lo hago aunque no tenga tanta repercusión. Voy a muchos festivales, nunca lo he dejado. Me gustaría hacer un disco de flamenco, de guitarra y voz. Pero sólo interesa a un círculo muy cerrado.

—¿Para cuándo nuevo disco?

—Preparo un nuevo trabajo que saldrá en Navidad, algo muy bonito. Pero aún no puedo avanzar nada.

Fuente: diariodemallorca.es

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