El secretariado gitano y Zubielqui se reúnen hoy para buscar soluciones
El encuentro se produce después de que el concejo haya pedido la expulsión de una familia del pueblo. El minusválido cuya agresión ha sido denunciada está ingresado a la espera de ser operado en Vitoria
Desde la izquierda, los vecinos José Joaquín López Elizalde, Alfredo Chandía Ruiz de Azúa, Kike Chandía Aramendía y Luis Sanz Ancín en el frontón donde se produjo la agresión y con las hojas de firmas
Estella - 15/04/2009
Los vecinos de Zubielqui (Allín) se reunirán hoy con la Fundación Secretariado Gitano en Navarra para analizar los hechos que ocurrieron el Jueves Santo en este pequeño concejo de un centenar de habitantes y que han motivado la recogida de firmas para solicitar la expulsión de una familia de esta etnia.
Según la denuncia interpuesta por el concejo ante la Policía Foral, dos menores de edad pertenecientes a esta familia agredieron ese día a una persona de 45 años aquejada de diferentes minusvalías cuando se encontraba en el frontón.
La junta concejil, presidida por Alfredo Chandía Ruiz de Azúa, promovió el gesto de protesta, que se tradujo en la adhesión de 162 firmas, puesto que a los vecinos de Zubielqui se sumaron los de la cercana Arbeiza. La localidad pondrá hoy sobre la mesa las razones que les han llevado a tomar esta decisión.
La persona cuya agresión denuncian, residente en la localidad alavesa de Salvatierra con vivienda en Zubielqui, se encuentra hospitalizada en Vitoria a la espera de ser intervenido quirúrgicamente. Sus vecinos, hartos, quieren que esta familia abandone el pueblo, donde reside desde hace cuatro años.
Los dos puntos de vista
Inés García Pérez, representante de la Fundación en Navarra, entidad propietaria de la vivienda donde vive esta familia, se refirió ayer a la situación como "algo muy serio" que se estudiará para intervenir lo antes posible. "Todavía no sabemos qué vamos a hacer. Tenemos que pensarlo junto con el Gobierno de Navarra, pero lo que hay que intentar es que la gente del pueblo viva tranquila y se reeduque a los menores, que es para lo que trabajamos", indicó.
Para el presidente del concejo, ésta ha sido la gota que ha colmado el vaso. "La convivencia se hace insostenible porque han sido ya muchos los sucesos protagonizados por familiares del matrimonio inquilino de esta vivienda", afirmó Alfredo Chandía Ruiz de Azúa. La decisión de pedir su marcha la acordaron el pasado Sábado Santo, cuando se convocó una concejo extraordinario para tratar el tema al que asistió la mayor parte de los vecinos. "No existe para nada una motivación racista porque por este pueblo han pasado multitud de extranjeros y nunca ha pasado nada. Hay miedo y los mayores y los niños no se atreven a salir a la calle", aseguró Chandía.
Inés García Pérez coincidió en el argumento. "Nosotros siempre hemos sido bien recibidos y hemos visto a los vecinos con mucha disposición porque han hecho intentos por acogerlos. No es un tema de racismo, sino un problema de exclusión social y es cierto que hay necesidades de intervención en esta familia", explicó.
Fuente: diariodenavarra.es
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