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Esther Jiménez Doya

“Sigue existiendo el etiquetado y la leyenda negra del gitano sucio, ladrón y embustero”

Esther Jiménez Doya es miembro de la Junta Directiva de la Asociación Gitana

Zaragoza - 28/04/2009

La Asociación de Promoción Gitana de Zaragoza surge en 1976 pero lleva trabajando por el bienestar de este colectivo desde mucho tiempo antes, cuando se denominaba Secretariado Gitano. Una labor que comenzó el primer presidente de esta Asociación, Antonio Nieto Gabarre, y gracias al cual se avanzó mucho en la integración de este colectivo y se consiguió construir la primera escuela gitana. Preocupado por la situación de su pueblo, este luchador incansable escribió en 1979, junto con otros autores, el libro “Gitanos de Aragón”. Poco después, se convertiría en uno de los artífices del poblado de la Quinta Julieta, donde se construyeron en 1980 cerca de 115 viviendas destinadas a acoger a familias gitanas.

Nieto Gabarre falleció en 2001 pero los miembros de la Asociación han sabido llevar con entereza y tesón todo lo que el construyó, un legado que continúa avanzando hasta que se consiga la plena integración de esta cultura en la sociedad. Una de las personas que cada día lucha por conseguir estos objetivos es Esther Jiménez Doya, una gitana que ha visto crecer a la Asociación desde que tenía 10 años y que ahora forma parte de la Junta Directiva de la misma.

Pregunta.- ¿Cómo surge esta Asociación?

Respuesta.- Uno de los principales motivos por los que surge es para intentar resolver la problemática que hay con el pueblo gitano, debido a la discriminación y el racismo, y también para solucionar el problema de documentación que tenían muchos gitanos. La mayoría estaba sin documentar, pero hoy en día hemos logrado que todos y cada uno de ellos estén debidamente registrados.

P.- ¿Qué objetivos persigue esta Asociación?

R.- Queremos ayudar a caminar al pueblo; proporcionar a los jóvenes medios para incorporarse a la vida laboral; ayudar a la educación infantil, que para nosotros es muy importante; fomentar el encuentro con otras culturas y, sobre todo, uno de nuestros objetivos es luchar contra el racismo y la xenofobia.

P.- ¿Qué han conseguido a lo largo de todos estos años que llevan trabajando?

R.- Hemos conseguido bastante, aunque se podía haber logrado mucho más. Ahora mismo tenemos unos convenios de trabajo con el Gobierno de Aragón, con el Ayuntamiento, con Educación, etc. Los mediadores de la Asociación están trabajando mucho con menores, con las familias, por la erradicación del chabolismo... Hemos logrado escolarizar a la mayoría de los niños gitanos. Por eso, la Asociación está haciendo un trabajo muy importante y, sobre todo, indispensable. Consideramos que la educación es una de las partes más importantes ya que los jóvenes son nuestro futuro y eso algo que sí que podemos mejorar. La mayor prioridad es que los jóvenes se formen y trabajen como cualquier otro ciudadano.

P.- ¿Con cuántos trabajadores cuenta la Asociación?

R.- Ahora mismo hay cuatro técnicos, tres mediadores en erradicación del chabolismo, tres mediadores con menores, siete con educación y seguimiento escolar, dos de familia y 36 miembros de la Junta Directiva que representan a todos los barrios de Zaragoza. En total, 52 personas trabajando día a día por una misma causa.

P.- ¿Cuál es realmente la labor de un mediador?

R.- El mediador no decide, es el encargado de facilitar el encuentro entre dos personas para que lleguen a un acuerdo y resolver así los problemas que les puedan surgir. Realmente un mediador no debe intervenir, nosotros sí intervenimos porque actuamos de muchas formas: estamos cuando hay conflictos en los colegios; cuando surgen disputas entre los vecinos acudimos y hablamos con el presidente y tratamos de suavizar las cosas, etc.

P.- ¿Cuántos socios tienen ya?

R.- La Asociación Gitana no cuenta con un número total de socios porque el hecho de ser gitano significa que ya perteneces a ella. En Aragón hay aproximadamente 12.000 gitanos con lo cual todos ellos pertenecen a la Asociación, de las tres provincias, Zaragoza es la que tiene un mayor número con aproximadamente 8.000 personas que pertenecen a esta cultura.

P.- ¿Los gitanos están más integrados que en los últimos años?

R.- Teóricamente, en cuanto leyes, sí que se ha avanzado pero la realidad del día a día es muy diferente. El racismo sigue, pero es un racismo mucho más callado que apenas sale, ya que si observamos la televisión o incluso los programas de radio se puede comprobar que las encuestas dicen que la población gitana sigue siendo la menos querida por la cultura mayoritaria. A pesar de que llevamos más 600 años es una de las culturas más rechazadas. Sigue existiendo el etiquetado y la leyenda negra del gitano sucio, ladrón y embustero.

P.- ¿El hecho de ser gitano supone una traba para la búsqueda de trabajo?

R.- Muchas veces la gente confunde la cultura gitana con la cultura de la marginalidad y es algo totalmente distinto. Cuando vas a solicitar un puesto de trabajo o una vivienda, en vez de comprobar, como hacen con los demás ciudadanos, si eres válido o no, normalmente sólo con ver el físico o lo apellidos gitanos ya te rechazan y no te dan opción a demostrar nada.

P.- ¿Cree que algún día podrán conseguir esa igualdad y esa integración que tanto ansían?

R.- Lo mejor que podría sucedernos es que ésta y otras Asociaciones culturales dejen de existir y ya no sean necesarias. El hecho de que esto sucediera querría decir que se ha fomentado la igualdad, que las personas ya no necesitan un sindicato que les defienda y que les ayude a avanzar cada día. Sólo espero el momento en que las personas nos podamos mirar a la cara y hablarnos de tú a tú desde el interior porque lo demás es letra, pero la persona está por encima de todo. El día que desaparezcan estas Asociaciones será el día que hayamos conseguido nuestro objetivo y por fin nos sentiremos tratados todos por igual. Yo, desde luego, deseo verlo. 
 
Fuente:  aragondigital.e

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