La ONU censura a Italia por trato «degradante y discriminatorio» contra los gitanos, y por rechazar inmigrantes en alta mar
Guardacostas italianos interceptan un bote con inmigrantes
durante una patrulla nocturna. / ANTONELLO NUSCA
Por: Íñigo Domínguez - Roma 16/09/2009
La controvertida política de inmigración italiana, que en los últimos meses se ha traducido en el rechazo de embarcaciones en alta mar para devolverlas a Libia, será duramente censurada por la ONU en el discurso que hoy pronunciará la alta comisaria para los derechos humanos, Navi Pillar. El texto, anticipado en vísperas de la 12 sesión del consejo sobre esta materia en Ginebra, denuncia que en muchos casos los inmigrantes son abandonados a su suerte, «como si fueran barcos de residuos peligrosos». Además califica de «degradante y discriminatorio» el trato a los gitanos. Italia ha enviado de vuelta a Libia a más de 1.000 personas desde mayo, cuando se pusieron en marcha los acuerdos con el presidente Gadafi.
La medida de Italia es efectiva, pues la llegadas de botes a la isla de Lampedusa se han reducido en el 90%: 700 personas frente a las 13.000 del 2008. Asimismo, nunca se comprueba la identidad de los inmigrantes, vulnerando, de esta manera, el derecho de asilo. «Se abandonan y rechazan inmigrantes sin verificar si huyen de persecuciones, en violación del derecho internacional», acusa Pillar.
Críticas de la UE
De hecho, la fiscalía de Agrigento ha abierto una investigación y hace dos semanas la UE pidió explicaciones a Italia. «Todo ser humano tiene derecho a presentar una petición de refugiado», acusó un portavoz de la Comisión. La indignada reacción de Berlusconi fue exigir que ningún portavoz pueda hablar. Ayer el Gobierno italiano no se dio por aludido y replicó que su país es el que salva mayor número de vidas en el Mediterráneo. La inmigración es uno de los grandes debates en Italia, con una política marcada por la Liga Norte, que aplica mano dura, y la oposición de la Iglesia, que habla de un «nuevo Holocausto». La reclamación de fondo de Italia, como España, es una política común europea para repartir la gestión del problema.
Pero también Malta aplica normas peculiares. A este respecto, la ONU cita el episodio, donde ambos países -Malta e Italia- se pasaron la pelota y la consecuencia fue una barca con 73 personas fallecidas y tan sólo cinco supervivientes.
Por: nortecastilla.es
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